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PRIMERA PARTE.

Meditación.

prepararnos para la meditación.


Antes de adentrarnos en las prácticas para acercarnos al estado meditativo, siento la obligación de desmitificar ciertas ideas comunes  sobre la espiritualidad y la práctica de la meditación.

Hablar de espiritualidad desde la religión o el dogma, entendiendo por esto último como el adoctrinamiento fundamentado en un pensamiento único, ya sea cualquiera de las religiones predominantes desde hace siglos como los nuevos conceptos de la ciencia moderna, no es la vía correcta. “ La palabra de Dios”, “la Ciencia dice”, “expertos afirman”. Cada uno es libre de creer lo que quiera, ahora bien, pongamos las cosas en su sitio.

La espiritualidad NO ES UNA CREENCIA, ni tampoco el buenismo dócil de la new age. Esto no va de hippies y gurús
Por ejemplo, cualquier religión habla de las experiencias “místicas” de sus profetas y el adepto cree en los misteriosos poderes del “don” regalado al elegido en cuestión. Lo divino está en ellos no en uno mismo. De la misma manera delegamos nuestro poder en “los nuevos gurús” “los expertos” o nuevos sacerdotes.

No creas que ser ateo o agnóstico carece de dogmas. La creencia del no Dios, ¿no es una creencia en sí? desviar tu creencia hacia una “teoría de la evolución” , la casualidad de la existencia del universo bajo la “teoría del big bang” o creernos insignificantes en un basto universo y miserables en comparación con nuestro astro rey al que le debemos los misterios de nuestra propia existencia, ¿no es en sí otra creencia más? A esto se le llama DOCTRINA HELIOCENTRISTA. Y no es una invención mía, investiguen. Flaco favor nos hacemos pensando que  carecemos de creencias delegando nuestra responsabilidad en otros.

La espiritualidad y la ciencia, en su correcta aplicación tiene preceptos similares: Duda, pragmatismo, empiria entre otros.
cuando se nos presentan preguntas existenciales, aparecen ciertas dudas. En la búsqueda de respuestas uno debe ser pragmático y no casarse con la primera posibilidad, comparas otras informaciones,  para en último lugar, poner en práctica los métodos, las enseñanzas que más se adapten a nuestras posibilidades o aptitudes. Si por ejemplo no puedo caminar pondré en práctica las enseñanzas adaptadas a mi condición. Hay prácticas accesibles para todos.

Creer en Buda es religión. Poner en práctica las enseñanzas de Buda es espiritualidad. Este es un mero ejemplo entendible  por todos. No es la existencia de Buda si no  la experiencia de ser Buda.

En muchas ocasiones he tenido conversaciones con gente que opina (desde la no experiencia) que meditar es de estómagos agradecidos, personas sin verdaderos problemas de subsistencia. Este tema daría para otra entrada de blog, así que intentaré resumir todo lo posible. 

Claro que desde las necesidades básicas cubiertas ( entendamos por básicas alimentación,cobijo, abrigo) es un estado propicio para iniciarse. Si estoy débil y hambriento seguramente no habrá cabida para otra ocupación que no sea buscar alimento, buscar ayuda… Pero seamos sinceros, si estás leyendo estas líneas no es tu situación. Bajo esta premisa, quien desprecia este conocimiento desde su ignorancia, cualquier excusa o problema  es válido para desprestigiar y alimentar su posición de no acercarse ni por asomo a intentar siquiera hacer una sola práctica ( que nunca será suficiente para comprender de qué estamos hablando) Escuchar hablar de chakras de colores, cordones de plata del alma e innumerables parafernalias, que si bien podrían tener bases fundamentadas, en la mayoría de las ocasiones, son chatarra intelectual que lejos de ayudar, confunden mucho más a cualquiera que se acerque por su intuición o curiosidad.

Decir que hay mucho farsante espiritual pero, ¿qué ámbito de la sociedad, del sistema no está lleno de ellos?

Dicho ésto, pasemos a lo práctico. Cada uno es libre de acogerse a las enseñanzas, culturas, tradiciones o rituales que quiera. Nosotros no alimentaremos esa parte desde la práctica. Iremos a lo esencial,  práctico y entendible para cualquier ser.

La meditación implica unas enseñanzas previas que debemos incorporar y habituarnos para una correcta práctica. En este episodio no definiremos la meditación. Lo haremos en capítulos siguientes. Prepararse para la meditación ya es en sí una práctica que nos ayudará en muchos ámbitos de nuestra vida:

Recomendaciones generales 

  • Tómate las prácticas como una aventura, un viaje. desde la imposición  no podremos trabajar la voluntad. Cualquier comienzo es costoso. Por ejemplo si quieres aprender a tocar la guitarra, Las primeras prácticas son duras, no estás acostumbrado a las posiciones de las manos. 
  • La inmediatez es una ilusión de los tiempos que vivimos. Sé paciente.pase lo que pase no desistas
  •  Lo ideal es practicar a diario o al menos, para empezar, fija un mínimo de tres días de práctica a la semana. Poco a poco iremos creando un hábito diario. 30-40 minutos por práctica mínimo.
  • Intentar comer ligero antes de las prácticas. sin alcohol, sin estimulantes.
  • Si hay peques en casa, hazlos partícipes. Pero no confundas, primero son tus prácticas solo. Meditación con los más pequeños de la casa, se pueden enfocar como un juego. Imaginad si todo esto lo hubiéramos aprendido con cinco años. probablemente nuestro potencial y nuestra vida serían muy distintos. En un futuro crearemos un espacio para los más pequeños.

PRÁCTICAS

  1. Prepara un espacio para la práctica. Un lugar donde te sientas cómodo, una pequeña ritualización puede ser efectiva. Por ejemplo, usa siempre la misma silla, el mismo cojín para sentarte. Solo necesitas una posición corporal cómoda, espalda recta y contacto con el suelo. siéntete cómodo 
  1. APRENDER A RELAJARSE. Dedica 10-15 minutos a relajarte. Pon la atención en tu respiración, espalda recta, postura cómoda. Relaja la mandíbula y déjala abierta sin abrir los labios. Tus manos apoyadas sobre tus muslos de forma relajada y cómoda Coge aire por la nariz desde la parte baja, no desde el pecho y expulsa el aire lentamente. Mantén la atención en  la respiración. Fíjate como el aire entra frío y al expulsarlo cambia su temperatura. puedes pasar tu atención a tu estómago, si quieres, atiende a cómo se engrandece cuando coges aire y como se contrae al expulsarlo. Si es posible respira por la nariz.. Debemos bajar nuestras revoluciones de la vida cotidiana en la que estamos inmersos. 

Poner la atención en la respiración hará que nuestra mente esté ocupada en la misma presencia del acto de respirar. De esta manera nos separamos del mecanismo automático de los pensamientos. Éstos no van a parar. No dialogues, disfruta de algo tan simple como poner la atención en tu respiración, siente como el aire recorre tu cuerpo

  1. FOCALIZAR LA ATENCIÓN.  Una vez relajados, con los ojos cerrados, pon la atención en tu oído. Escucha los sonidos que te rodean, desde un pájaro, una persona en otra habitación, los coches en la calle… Pon la atención en el espacio entre lo que emite el sonido y tu cuerpo físico. Tu pensamiento es otro sonido más dentro de ese espacio, no dialogues con él. Te darás cuenta que es tan solo un mecanismo automático.

Si por cualquier motivo perdiste tu audición, pon la atención en tu cuerpo y visualiza el espacio donde te encuentras. Toma consciencia del espacio entre tu cuerpo y los objetos que te rodean. En otra ocasión veremos prácticas con ojos abiertos. de momento los mantendremos cerrados

  1. CONSCIENCIA TESTIGO. Al mantener la atención en el espacio, llegará un momento en el que nos demos cuenta que todo eso emerge de algún lugar. Los sonidos, tu pensamiento, surgen de un YO, de un ser testigo. Esta es la antesala a la meditación.

Disfrutar aprendiendo a relajarnos y mantener la atención, por sí solo ya es de gran ayuda para quitarnos tensiones del día y recuperar un poquito de energía, que falta nos hace.
Cuando integras estas fases, cada vez te será más fácil llegar a relajarte y poner la atención donde quieras. 
!Disfrutad!
Héctor Omkara

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