LA LLAVE DE ENTRADA A ONIRIA

Las consecuencias de los tres pilares: MEDITACIÓN, RECAPITULACIÓN Y ENSUEÑO.
Los tres pilares fundamentales se unen para darnos la llave que abre la puerta al ser.

  • Impresión de ilustración hecha a bolígrafo y pigmentos al agua.

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El simbolismo tiene un gran poder. Tanto como pongamos la intención y sobre todo la atención en él. Nos programan bajo la manipulación de los símbolos, éstos son neutrales hasta que se les pone la intención.
La piedra angular es la meditación, esa vibración, esas frecuencias que emergen del ser que hacen posibles abrir las puertas a un infinito de experiencias (el ser en el centro, del mandala , la vibración).

La memoria, esa gran incomprendida.
La práctica de la recapitulación nos brinda la oportunidad de vaciarnos de información dañina e innecesaria. Deshacer los nudos de esa gran malla de la percepción que da forma a nuestra historia personal, al personaje que toma las riendas de nuestra vida ( los elefantes, mi símbolo de la memoria, uno a cada lado, los dos hemisferios cerebrales que conectamos con el movimiento y la respiración)

Gracias a la meditación y recapitulación tenemos la llave que abre la puerta al ensueño, la pequeña muerte, la puerta a otros mundos inicialmente, para adentrarnos poco a poco a un conocimiento infinito, experiencia pura de EL SER ( el cráneo como símbolo de la pequeña muerte)

El ojo que todo lo ve. Siempre nos adoctrinan con este símbolo, el gran hermano,el ojo illuminati encima de la pirámide. Son unos impostores que nos arrebatan el gran poder. Una vez eres iniciado en estas prácticas tu ojo ( simbólico ) de pura imaginación creativa, creadora, se abre. Es este el gran miedo de los impostores  que utilizan estos símbolos para apartarnos de nuestra esencia, separarnos, dividirnos y engañarnos. Robarnos nuestra atención para dirigirla a banalidades, identidades superfluas que nos alejan de nuestro objetivo para el que vinimos a esta experiencia.

CURIOSIDAD

Todos los visitantes de este tiempo, de este lugar.Sólo estamos de paso. Nuestro propósito aquí es observar, aprender, crecer, amar y luego volver a casa.

                                                                                 Proverbio de los aborígenes australianos