VISIÓN REMOTA

RECAPITULACIÓN Y ENSUEÑO
Acceso Al Inconsciente colectivo, o  tu propio inconsciente. Sustentado por el ether, la malla de información.
No nos confundamos, aquí está descargada toda la información, tanto verdadera como falsa.

  • Impresión de ilustración hecha a bolígrafo y pigmentos al agua.

 

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Explorando la “Visión Remota”: Desentrañando la Verdad

Las narrativas sobre la “visión remota” son diversas y a menudo misteriosas. Desde teorías de conspiración vinculadas a servicios de inteligencia hasta gurús que presumen de leer los registros akáshicos, este fenómeno se ha envuelto en un aire especial. Sin embargo, vamos a separar los hechos de la ficción.

Mediante las prácticas de recapitulación tolteca, obtenemos acceso a nuestra memoria, esa copia de la realidad que guardamos. Esto marca nuestro primer encuentro con la “visión remota”. Si deseas profundizar, explora nuestra página web para obtener más información sobre la recapitulación.

En el ensueño, exploramos el pasado, presente y futuro sin restricciones. Cualquier información puede ser accesible. Sin embargo, hay que tener cautela al aceptar cualquier dato como verídico, ya que no es tan simple.

La existencia está compuesta por capas, como las de una cebolla. Nuestra percepción se nubla por programas incrustados, como nuestra historia personal. Pasamos por egregores colectivos y el inconsciente humano.

¿Qué implica esto? Un egregor es información enraizada en nuestro inconsciente que influye en nuestras acciones, actuando como creencias.
Un ejemplo: ¿Cómo se originó la humanidad? ¿La evolución, la panspermia, la creación divina, intervención de seres superiores? Todas estas perspectivas son egregoras y pueden surgir en el ensueño. Por lo tanto, no debemos aceptar ninguna como verdad. Debemos dudar siempre de información relacionada con el inconsciente colectivo.

Sumergirnos en estos misterios puede ser emocionante, pero honestamente, puede alimentar el misticismo que oscurece el verdadero camino del ser. Experimentar estas realidades, disfrutar de las aventuras, forma parte del viaje, pero es aconsejable no quedarse en esto por mucho tiempo. El camino sigue adelante.