Vestirse con el pijama antes de acostarse ya no tendrá el mismo significado. Nuestra cama se transformará en una especie de vehículo peculiar, aunque no viajaremos con ella. Será como un cofre donde resguardaremos nuestra vestimenta física, nuestro envoltorio carnal, pero de manera cómoda.

Una vez despojados de las vestiduras que nos vinculan con la vigilia, ¿te sientes listo para adentrarte en otra realidad, una travesía donde tú mismo marcarás los límites?

Explorar el acto de volar, explorar otros mundos, convertirte en un águila… son solo pequeñas ventanas hacia el ENSUEÑO. Vivir aventuras, descubrir rincones distantes, constituye solo la etapa inicial de experimentación.
A medida que avanza el tiempo, deberemos profundizar más allá de lo fenoménico.